García: “Hay que terminar con la nefasta costumbre de ser impuntuales”. Campaña promovida por Acuerdo Nacional será hasta 28 de julio
La gente miraba el reloj con ansiedad. Nadie quería llegar tarde. Podría ser un mal chiste ser impuntual precisamente el día del lanzamiento de la Campaña Nacional por el Respeto y la Puntualidad. La tarjeta de invitación a la ceremonia decía 11:00 a.m., pero los organizadores se encargaron de enviar repetidas comunicaciones advirtiendo que la ceremonia se iniciaría 11:20 a.m. ¿Un guiño de despedida a la impuntualidad?
Lo cierto es que el presidente Alan García y sus ministros llegaron al estrado a las 11:22 a.m. Luego de los saludos de rigor, a los asistentes, se inició el acto a las 11:30 a.m.
Dos periodistas fueron los maestros de ceremonia: Claudia Cisneros y Raúl Vargas, quien calificó de “acontecimiento histórico” esta cruzada por la puntualidad.
Así se preguntó: ¿Podremos conseguir algo tan elemental como desechar la hora peruana? Más de un entusiasta en la plaza respondió que sí.
“La puntualidad es exactitud”. Arrancó Luis Castañeda Lossio. Y en su breve alocución destacó el respeto, el otro valor que busca rescatar esta campaña.
“Aquí estamos asumiendo un compromiso con el Perú. La puntualidad es respeto y es fundamental el compromiso con el respeto al ciudadano”, sentenció el alcalde de Lima.
Y fue precisamente mientras pronunciaba estas palabras que llegó al estrado el arzobispo de Lima, monseñor Juan Luis Cipriani. Eran las 11:41 a.m.
Y Castañeda siguió: “Asumamos cada uno una responsabilidad individual”.
LA PROCLAMA
Fue el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, el encargado de leer la proclama de la campaña, que tiene por lema “Perú, la hora sin demora”.
El primer ministro se remontó a nuestros antepasados y destacó el empuje de estos primeros peruanos. “Diez mil años han transcurrido desde que nuestros antepasados, gracias a su esfuerzo, a los valores que cultivaron y a su admirable manera de relacionarse con el medio ambiente, iniciaron el portentoso esfuerzo de hacer florecer las más avanzadas civilizaciones del continente sudamericano”.
“El fundamento ético de las sociedades democráticas de nuestros tiempos es que todas las personas, sin distinción, tienen iguales deberes y derechos. Esta relación horizontal e igualitaria entre los seres humanos –que puede extenderse a nuestras relaciones con el medio ambiente, que es patrimonio de todos– tiene por condición el respeto al otro. El respeto debe ser un valor esencial para los peruanos y convertirse en viga maestra del edificio de nuestra nación”.
En este contexto, Del Castillo recordó la convocatoria del Acuerdo Nacional a todos los peruanos sin exclusión alguna: niños, jóvenes, adultos y ancianos de costa, sierra y selva, “a emprender juntos el camino hacia una sociedad mejor, basada en el respeto”.
Así, “la puntualidad señalará el primer hito de este camino. Tener consideración por el tiempo de los demás es muestra visible del respeto por uno mismo y por el otro. El impuntual ofende a la sociedad y perjudica su funcionamiento”.
Al final de su intervención, Del Castillo recordó que esta campaña se mantendrá hasta el 28 de julio próximo, “fecha en la que aspiramos a declarar que nos hemos independizado de las cadenas de la impuntualidad”.
A su turno, el secretario técnico del Acuerdo Nacional, Max Hernández, destacó que solo la confianza y la solidaridad permitirán que el país avance hacia los grandes objetivos del país.
LA HORA DEL PRESIDENTE
A las 11:48 a.m., fue el turno del presidente de la República. Tenía 12 minutos para su discurso, considerando que a las 12 en punto todos los relojes se sincronizaban con la hora emitida por la Marina de Guerra del Perú.
El jefe del Estado invocó a los peruanos a terminar “con la nefasta costumbre de ser impuntuales”, pues ello es una falta de respeto al otro.
Pero García no solo se refirió a la puntualidad para llegar temprano, sino a la puntualidad para irse a tiempo, “que es otra forma de la puntualidad que a veces se olvida”.
El jefe del Estado citó un ejemplo: si de los 16 millones de ciudadanos mayores de edad en el Perú, cada uno esperara o se hiciera esperar media hora en una jornada, eso significaría 3 mil millones de horas por año; y si se midiera económicamente, serían 5 mil millones de dólares que se pierden. “La impuntualidad tiene un costo inmenso para nuestro país”, aseveró.
Luego intentó recoger los razonamientos de algunos impuntuales, como “llego tarde porque soy importante”, o “llego tarde porque quiero hacerme notar”.
A esto le sumó todos los riesgos de la persona que por ser impuntual acelera el paso lo que puede generar más de un accidente.
Finalmente el jefe del Estado culminó su discurso a las 12 m . y lo hizo con una campanada y el aplauso de los asistentes. Batió su propio récord: 12 minutos de discurso.
La nota disonante la dio un ataúd que fue paseado delante del estrado oficial en el que se leía “Muerte a la hora Cabana”. García festejó desde su sitio la ocurrencia; a Max Hernández la broma no le hizo gracia. “Respetos guardan respetos”, dice una frase de la campaña.
EN PUNTOS
Conceptos de la campaña
- El objetivo final. La elección de la puntualidad como tema de campaña no debe hacer perder de vista que el compromiso es contribuir a instaurar el respeto a los deberes y derechos ciudadanos.
- Valores y respeto. El conjunto de valores que pretende la campaña para la sociedad está presente en un solo concepto de múltiples dimensiones y direcciones: respeto.
- Respeto y democracia. La palabra respeto se ha ido nutriendo de contenidos democráticos y de una dinámica de reciprocidad, que la convierten en el ideal para una sociedad que cree que “respetos guardan respetos”.
- Hacerse respetable. “Solo es respetable quien respeta”. Aquel que en el ejercicio de su autoridad legítima respeta a quien está bajo su jurisdicción, promueve el respeto del subordinado.
- Lo que significa ser puntual. La puntualidad es una virtud que implica llegar y terminar a la hora establecida, cumplir a tiempo y oportunamente con las obligaciones y responsabilidades, trabajar con mayor eficiencia y calidad, lo mismo que aprovechar mejor el tiempo por consideración a los demás.
LAS FRASES
“Ser puntual es respetar al otro. Cada uno es dueño de su vida, es dueño de su tiempo”
ALAN GARCÍA PÉREZ
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
“El impuntual ofende a la sociedad y perjudica su funcionamiento”
JORGE DEL CASTILLO
PRESIDENTE DEL CONSEJO DE MINISTROS
“La puntualidad es exactitud. Es un compromiso con el Perú”
LUIS CASTAÑEDA LOSSIO
ALCALDE DE LIMA
“Como dice el refrán: el tiempo es oro, y eso tiene un valor incalculable en oro. Oro en trabajo, oro inclusive en moralidad”
JAVIER PÉREZ DE CUELLAR
EX SECRETARIO GENERAL DE LA ONU
“Es una cruzada importantísima en la que se pone de manifiesto que no hay que esperar y tampoco hacer esperar”
VERÓNICA ZAVALA
MINISTRA DE TRANSPORTES Y COMINCACIONES
En provincias también se vivió un ambiente festivo por la campaña
Ministros llegaron a algunas ciudades para sumarse a la iniciativa
Corresponsales
En provincias, el inicio de la Campaña Nacional por el Respeto y la Puntualidad también empezó en un ambiente de fiesta y con la presencia de algunos ministros de Estado.
Hasta Tumbes llegó la titular del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Humano, Virginia Borra Toledo. Ahí, al llegar el mediodía, los relojes se sincronizaron con la hora de la Marina de Guerra del Perú y comenzaron los campanazos de la iglesia matriz San Nicolás de Tolentino.
A ello se sumó el sonido de las sirenas de bomberos y patrulleros, que se congregaron en la Plaza de Armas de Tumbes, donde todas las autoridades estuvieron con la ministra Borra.
“La puntualidad es una virtud cívica, que implica formación y llegar a la hora establecida”, dijo Borra durante la ceremonia.
En Iquitos, quien sudó la gota gorda, debido al calor reinante, para cumplir la campaña de puntualidad, fue el ministro de Economía y Finanzas, Luis Carranza.
El titular del MEF tuvo que acelerar sus actividades previas. “Se vería mal que llegara tarde a la campaña de puntualidad”, dijo a los estudiantes de Economía de la Universidad de la Amazonía , que deseaban hacerle preguntas. “La puntualidad, orden y respeto a los demás. Sin ella, las jornadas laborales son excesivamente largas y se pierde productividad”, comentó mientras se secaba el sudor de la frente.
Con una ceremonia sencilla Trujillo inició la campaña por la puntualidad. Como sucedió en otras partes del país estuvieron presentes las autoridades regionales. El repicar de las campana de la catedral y el ulular de los patrulleros y bomberos sellaron el inicio de la campaña. Lo anecdótico fue que el reloj de la catedral se adelantó a la hora, pues marcaba las 12:15 minutos.
En la plaza de Armas de Arequipa la banda de música de la Undécima Región de la Policía Nacional dio inicio a la ceremonia con una retreta.
Los números musicales atrajeron a los turistas que en ese momento paseaban por las calles céntricas arequipeñas.
El presidente regional de Arequipa, Juan Manuel Guillén Benavides, destacó el programa de puntualidad.
En Lambayeque, según informa la agencia Andina, las autoridades se reunieron en el auditorio de la sede regional. Ahí sincronizaron los relojes con la hora de la Marina de Guerra del Perú.
El presidente regional interino, Luis Becerra, exhortó a los servidores públicos a cultivar el hábito de la puntualidad, que implica llegar y terminar a la hora establecida las actividades y obligaciones.
“Esta virtud cívica permite hacer previsiones en la vida propia y la del país; además, contribuye a crear una relación de confianza entre los ciudadanos y entre estos y sus gobernantes, por lo tanto ayuda a fortalecer nuestras instituciones democráticas”, explicó.
La ceremonia culminó con una marinera norteña.
EN PUNTOS
La Libertad también celebró
En La Libertad , las autoridades se comprometieron a dar el ejemplo con su asistencia puntual a las actividades que convoquen.
En Huancayo (Junín) dos niños leyeron la proclama de la campaña por el respeto y la puntualidad, y al mediodía la sirena de los bomberos alertó sobre la a la sincronización de relojes.
En el Cusco, la alcaldesa Marina Sequeiros señaló la importancia de la campaña por la puntualidad y recordó que esta gira en Cusco en torno al reloj solar de la ciudadela de Machu Picchu.
“Ser puntual es una manera de ser sincero con uno mismo”
Destacado lingüista considera que es necesario cumplir con la que es una norma civil de convivencia
Por Ricardo León
Hay por lo menos tres cosas que no soporta Luis Jaime Cisneros: la improvisación, la adulación y la impuntualidad (“A veces vienen juntas, en paquete”), principalmente el defectito ese de acordar una hora y pasarla luego por encima bajo cualquier pretexto y a veces hasta por gusto. Con los años, él ya consiguió establecer sus propios anticuerpos personales ante la impuntualidad con una política que le ha funcionado siempre: sus famosos 15 minutos de tolerancia. Son 15 minutos y ni un segundo más.
En la universidad, en las innumerables entrevistas que le han hecho, en las citas pactadas, siempre. Sus alumnos ya saben desde el primer día de clases que después de 15 minutos las puertas del aula se cierran y nadie más entra, pase lo que pase. Es más, ya ni siquiera se atreven a tocar la puerta.
Por otro lado, no son pocos los periodistas que han llegado a su casa después de 15 minutos de la hora pactada previamente y, ni modo, ya no lo han encontrado, porque los minutos de tolerancia se terminan y entonces no hay lugar a reclamo: con el respeto no se regatea nunca jamás.
“Uno de alguna manera debe hacer respetar sus creencias. Y si yo creo en la puntualidad, los demás deben respetar eso. La puntualidad es la puntualidad, y punto”, comenta Cisneros.
Pero además, ser puntual implica comprender condiciones psicológicas internas que a veces los impuntuales empedernidos ni siquiera miden. Agrega Luis Jaime: “La puntualidad es una manera de ser sincero con uno mismo. Es el respeto a uno mismo y al mismo tiempo el respeto al otro”.
Y aunque sus alumnos y quienes lo conocen de cerca ya saben que él es un hombre puntual por naturaleza, siempre hay alguno que otro con el que se topa y que no tiene ni siquiera las nociones básicas del respeto a la hora pactada. Y en esos casos, pues, ni modo. No es que se haya acostumbrado al antipático defecto, sino que prefiere evitar ciertas amarguras que, de darse, serían constantes porque hay quienes practican la impuntualidad como deporte nacional. “La puntualidad –explica– forma parte de vivir en una misma comunidad. Es una ley civil”. Así lo aprendió y así lo ha ido enseñando.
Fuente: El Comercio
Fecha: Viernes 2 de marzo de 2007